Partimos de la noticia publicada en Montehermoso Noticias que se expresaba así:
"La espectacular tromba de agua que el cielo descargó en la tarde de ayer sobre nuestra localidad en apenas 20 minutos ha creado el caos y la confusión en varias zonas del municipio, donde las alcantarillas no han dado abasto y han acabado desbordándose para dar paso a espectaculares mareas acuáticas que han inundado las entradas y salidas de Montehermoso, así como varias de sus calles principales.
Todo ello ha sido debido a la ciclogénesis explosiva, el fenómeno meteorológico que estos días está asolando el norte de nuestra región, con nivelas de alerta naranja por fenómenos meteorológicos adversos, viento y lluvia principalmente, y que ha provocado el desbordamiento de arroyos y zonas habitualmente con poco caudal de agua cuando llovía y que, en la mayoría de los casos, no se hallaban preparados para contener tal volumen de agua, creando espectaculares riadas".
José María Garrido nos brinda la oportunidad de ver un vídeo: "Montehermoso entrada por Plasencia", dia 09/02/2014 sobre las 18:00 de la tarde" y el que nos presenta Montemorcillo "DESBORDE DEL ALAGÓN EN MONTEHERMOSO" Fecha de grabación: 10 de febrero de 2014
Así ha caído la lluvia desbocada estas noches en Montehermoso y otras muchas partes del territorio
español; mientras dormíamos, para que al día siguiente todo pareciera distinto. En principio, se diría que la lluvia todo lo iguala, pero a poco que nos fijemos, lo que hace en realidad es
destacar qué distinta es cada cosa, sobre la que ha caído. Cada árbol deshojado acumula su pena de una manera diferente, por lo cual se aprecia mejor la forma en la que se bifurcan sus llantos,
al tener una línea blanca sobre cada una de ellas. También los troncos apilados en el arroyo para que el camión se los lleve al olvido, oscuros como ataúdes, con su capa reluciente de agua
hiriente, parece que han resucitado.
Sobre el arroyo Tuna y su bruma, cae la lluvia que se va precipitando desde lo alto de las lomas y, aunque el cielo está triste y apenado, se diría que está lloviendo de forma descontrolada, como cuando enciendes la chimenea en la casa, y al calor del humo que sale por el tejado, parece, mirando por la ventana, que llueve alocadamente.
Pero no es lluvia amiga, sino el dejar de ser de la nube pendeciera.
El cielo se puso ocre y la lluvia pertinaz. Mucha lluvia da para muchas aguas. Cayó en viernes, pero olía a domingo porque las familias sacaron los coches para recoger a sus hijos.
La lluvia incendiaba la hierba, solfeaban los caracoles en el camino de Valdefuentes (están preparando la fiesta del agua) y en el cielo revoloteaban nubes y pájaros perdidos. El agua de los charcos, el agua rampante de las rieras, el agua domesticada de las gárgolas de la iglesia de Montehermoso, el agua tamizada de las encinas, el agua que repta por las rendijas, el agua que ya no encuentra ojos en los puentes, el agua que detiene a los tractores, allí donde hay campesinos angustiados.
Giraron las agujas y el día cedió su aroma a un presagio de castañas y boniatos calentitos.
Agua, agua de noviembre que cae sobre mi cabeza desnuda, penetra en mi cerebro e ilumíname con acierto.
En ésta ocasión, también mostramos las fotos obtenidas por MARÍA JESÚS LORENZO GONZÁLEZ, a quién agradecemos su aportación desinteresada.